El 9 de noviembre de 1914 el doctor Luis Agote realizó en Buenos Aires la primera transfusión de sangre utilizando el citrato de sodio en dosis no tóxica como anticoagulante. Un hito en la historia de la Medicina Transfusional mundial. Por esta razón cada 9 de noviembre se celebra el Día Nacional del Donante de Sangre.
Hablar de donantes voluntarios de sangre en el contexto de la pandemia es destacar y agradecer la respuesta solidaria de la sociedad, que aún con las dificultades que se presentan a donar sangre. Esta situación sanitaria impuso restricciones y obstáculos nuevos, desconocidos y francamente perjudiciales para la donación de sangre. Tengamos en cuenta que este gesto puede salvar vidas. Las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos ayudan a salvar a millones de personas cada año, aumentando la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades potencialmente mortales, y permitiendo también la implementación de procedimientos médicos y quirúrgicos complejos.
Puntualmente, en la Argentina se necesitan más de 4 mil transfusiones por día, ya que los componentes sanguíneos son requeridos en múltiples situaciones, como accidentes, operaciones, trasplante de órganos, tratamientos oncológicos y pacientes con quemaduras graves, entre otros; por lo que se trata de un recurso altamente valioso y que representa un gesto invaluable.La importancia de la donación radica en que no existe ningún producto capaz de sustituir completamente a la sangre humana, por lo que la donación voluntaria constituye un pilar fundamental para poder garantizar una provisión de sangre de calidad asegurada y en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades terapéuticas de todos los pacientes.
Hay personas que donan sangre habitualmente y lo hacen hasta dos veces por año. Esas personas son ideales como donantes, ya que están permanentemente controladas con estudios médicos y tienen conciencia que -si estuvieron en una situación de riesgo, como una relación sexual sin protección o el uso de drogas- no deben acercarse a donar, porque lo hacen para la comunidad. Esa es la idea que se maneja en todo el mundo: no donar para una persona en particular, por ejemplo un familiar, sino donar para la comunidad y que ésta responda cuando esa persona lo necesite.
Lo cierto es que en el marco del contexto actual de la pandemia, una de las tantas consecuencias indeseadas del COVID-19 fue la caída de la donación de sangre. La donación es fundamental porque los centros de salud continúan atendiendo pacientes con diferentes patologías, enfermedades oncológicas, cirugías complejas o heridos en accidentes de tránsito y necesitan de manera urgente algo que sólo se obtiene gracias a la solidaridad de las personas. Si se continúa con esta situación de desabastecimiento, a la brevedad se agotará el stock de sangre de los bancos.
En total, una donación de sangre tarda aproximadamente 15 minutos y permite ayudar a salvar hasta cuatro vidas
¿Cuáles son los requisitos para donar sangre?
– Edad: 16 a 65 años
– Concurrir con DNI
– No es necesario estar en ayunas (evitar grasas y lácteos)
– Estar en buen estado de salud
– Descansar bien previamente
– Pesar más de 50 kg
– Si es mujer, no estar embarazada ni dentro de las 8 semanas posteriores
– Tatuajes y piercings deben tener más de seis meses de realizados para donar en nuestra institución
Mitos y verdades sobre la donación de sangre
Es totalmente seguro
– No hay riesgo de contraer ningún tipo de enfermedad
– Podés donar a cualquier hora del día
– Después de donar retomás tus actividades cotidianas normalmente
– Se utiliza material descartable de un sólo uso
– No necesitás estar en ayunas
– Mejor comer algo sano sin grasas antes de donar
– La extracción no duele nada
– Es tu chequeo de rutina
– Conviene tomar mucho líquido (sin alcohol) antes y después de donar
– Todos los grupos sanguíneos son necesarios.
– Los transplantes, cirugías o transfusiones, sólo se pueden hacer gracias a los donantes de sangre
– El cuerpo repone casi de inmediato la sangre donada