Radio Aires HD Villaguay
Un grupo de arqueólogos del CONICET estudian las características climáticas y ambientales de
los ecosistemas semiáridos que hubo hace XX años al noroeste de la provincia de Catamarca y
cómo las sociedades originarias de la región realizaron modificaciones para desarrollar un uso
sustentable de la tierra en sus prácticas productivas.
En un estudio titulado “Evolución paleoambiental en un valle semiárido de la provincia de
Catamarca” realizado en el valle El Bolsón ubicado a unos 100 kilómetros de la ciudad de
Belén, los investigadores profundizan en los cambios generados en el ambiente desde las
sociedades prehispánicas y sus métodos de adaptación con el medio.
La doctora Ana Soledad Meléndez, investigadora del Instituto XXXXXXXXXXXXXXX–CONICET,
afirmó: “Esta información no sólo nos sirve para entender las dinámicas ambientales del
pasado, sino que también nos ayuda a entender algunos problemas como la erosión del suelo,
que son muy característicos de ambientes áridos y semiáridos del noreste argentino”.
Las primeras ocupaciones y cambios estructurales en el ecosistema fueron datadas hace 734
años antes del presente, a partir de la recuperación de cerámicas de los pobladores de aquel
entonces y diversas técnicas de cultivo y pastoreo.
Según explicó la investigadora a la Agencia CTyS-UNLaM, “en la actualidad, estos problemas –
como la pérdida de fertilidad en los suelos- afectan a la gente que vive en estos lugares y
practican agricultura o ganadería en pequeña escala como base de la economía familiar”.
Si bien el estudio está localizado en el municipio de Villa Vil, desde la bibliografía histórica se lo
conoce como valle El Bolsón, por lo que los expertos ¿todos los expertos o este grupo de
investigadores? utilizan dicho nombre en sus publicaciones.
El área es considerada como un área de tránsito, desde los valles bajos que son característicos
de las sierras pampeanas hasta la puna catamarqueña que es una continuación del altiplano
boliviano, comúnmente atravesados por viajeros que toman las rutas 40 y XX.
“Estudiar los cambios del clima y del ambiente o desde el paisaje desde la arqueología nos
ayuda a comprender cómo las sociedades del pasado fueron desarrollando sus vidas en
diferentes lugares, a qué problemas se enfrentaron y qué soluciones técnicas encontraron a
esas dificultades en los ambientes”, aseguró Meléndez.
Asimismo, aseguró que: “Una vez que conocemos el clima y qué practicas productivas se
desarrollaron en dicho lugar, podemos distinguir entre los eventos que responden a causas
naturales, como sequías o inundaciones, de eventos que están vinculados a la actividad
humana sobre el ambiente, como el sobrepastoreo, la agricultura, manejo de agua y fuego,
desarrollo de infraestructura como obras hidráulicas o poblado y abandono de los lugares”.
Otros estudios del XX-CONICET realizados en Catamarca
En esta misma línea, el equipo del XX-CONICET se encuentra trabajando en paralelo en dos
valles de Catamarca. “Lo que estamos haciendo en este momento es ampliar los trabajos que
ya se hicieron hacia otros dos valles, uno es Rodeo Gervan que presenta características
similares a El Bolsón por ser de altura y semiárido”.
“Por otro lado, la cuenca XX ubicada al este de la provincia, presenta características del terreno
similares a las llanuras pampeanas, es una zona más húmeda. Allí desde la arqueología se
encontraron rastros de ocupaciones prehispánicas de al menos dos mil años atrás con
prácticas agrícolas muy extensas”, dijo Meléndez.
Estos terrenos que hoy parecen naturales comprenden un trabajo intenso de antiguos
pobladores. “Detectamos procesos de erosión de suelos muy marcados, con cárcavas que
generan perdidas del suelo, entonces estamos aplicando técnicas que usamos en el Bolsón
para poder entender las practicas que desencadenaron estas perdidas del suelo”, concluyó la
investigadora principal del proyecto.
Agustina Julieta Lima
Radio Universidad FM 89.1
Agencia de divulgación científica CTyS-UNLaM
