Investigadores argentinos desarrollaron un proyecto de realidad aumentada para monitorear
los movimientos de la población y prever los efectos ante distintos escenarios de su
levantamiento. Indican que, si no se hubieran suspendido las clases, el nivel de muertes hoy
sería diez veces mayor.
La aplicación RealityCOVID recrea una sociedad y realiza un seguimiento de los movimientos
en sus componentes, para anticipar qué ocurriría si la gente vuelve a trabajar, no manera
estadística, sino a través del análisis de persona a persona, transporte a transporte, con hogar
y trabajo geolocalizado.
El ingeniero Nahuel González, quien encabeza este desarrollo, indicó: “Reality COVID es una
herramienta para la ayuda en la toma de decisiones, es lo que se denomina una simulación
basada en agentes que observa cada uno de los elementos que forman parte de un sistema,
para después ver su comportamiento e interacciones”.
En referencia a su puesta en funcionamiento, el ingeniero aseguró que el equipo se encuentra
trabajando con un prototipo, dado que a falta de tiempo y por la situación actual, no se
pudieron ingresar los datos específicos de una región determinada.
“Requerimos convenios con las autoridades nacionales correspondientes, hay mucha de esa
información que no es pública y además creemos que a la información hay que protegerla
porque puede llegar a ser sensible”, explicó.
“Tenemos un margen de error muy bajo, del orden del uno por ciento, y los datos que
requerimos no tienen errores registrados como para que la simulación sea poco confiable. En
el caso del transporte, ya la SUBE administra prácticamente toda la información de viajes”,
explicó González.
Posible levantamiento de la cuarentena
Respecto a lo que se espera para los próximos meses sobre una transición a la vida sin
restricciones de seguridad y prevención por contagio del virus COVID-19, Nahuel González
observó que podrían ser los sectores industriales los primeros en reincorporarse a la
producción.
“Los sectores industriales son los primeros que se podrían ir reabriendo ya que no generan
grandes efectos al separar a la gente por clases de equivalencia, es decir, en diferentes grupos.
Los lugares problemáticos son los que cruzan gente en gran cantidad como por ejemplo, en los
lugares de atención al público”, aseguró.
Asimismo, para entender los riesgos y las vías de contagio, sugirió que estos dos espacios
pueden compararse con un tren y un aeropuerto. “El primero está aislado y reúne cierta
cantidad de gente, entonces si hay un caso de infectado, se lo separa, pero el segundo cruza
gente de todos lados que es justamente lo que hay que evitar”.
Desde el equipo de trabajo aseguraron que buscan inicialmente el respaldo en Argentina:
“entendemos que la situación económica por la que pasa el país es muy difícil y en esta etapa
no es nuestro interés sumarle una carga al Gobierno, todo lo contrario, lo que queremos es
colaborar de forma gratuita”.