La travesía comenzó hace seis meses. Cuatro entrerrianos partieron rumbo al mundial de Qatar en bicicleta y están cada día más cerca de la meta. A menos de 20 días, van por el desierto de Arabia Saudita en el tramo final del viaje.Con el objetivo de llegar a la apertura del Campeonato Mundial de Fútbol para apoyar a la «Scalonetta», cuatro entrerrianos, oriundos de Gualeguaychú, iniciaron una travesía de 9.000 kilómetros en bicicleta rumbo a Qatar. El viaje comenzó en Madrid y tiene como destino final Doha para acompañar al equipo de Lionel Messi.
El capitán del grupo “Enbiciando”, es Miguel Silio, un escribano de 52 años que tiene muchísima experiencia en hacer miles de millas a bordo de su fiel compañera de dos ruedas y pedales. Miguel ya fue de la misma forma a la Copa del Mundo de Rusia y ahora invitó a sus amigos para que se sumaran a esta verdadera arriesgada travesía.
Junto a él van Yamandú Martínez, empleado de 45 años; Luis Ledri, docente jubilado de 59 años; y Franco Baggio, administrador de empresas de 29 años. España, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Alemania, República Checa, Bulgaria, Rumania, Turquía, Beirut, Jordania y El Líbano fueron algunos de los países que atravesaron pedaleando.
De hecho, en Bucarest parte del grupo se bifurcó «físicamente» por un par de semanas pero siguieron viajando juntos. Franco y Luis por un lado, Yamandú y Miguel por el otro. Tampoco faltó la presencia de una mujer. Martina los acompañó en parte del recorrido y tras visitar Palestina e Israel, último cambio en el equipo, Martina finalizó su viaje en bici y regresó a Argentina.
Pero según el capitán «la mayor dificultad en la logística para poder llegar hasta Doha en bicicleta es conseguir la visa de Arabia Saudita». Sin embargo, lo consiguieron con la astucia que los caracteriza: Con la camiseta argentina en la espalda y hablando de Messi, los gualeguaychuenses lograron entrar en Arabia Saudita.
Allí «me hicieron una nota en un medio local que tuvo mucha repercusión. Conclusión para que yo no tenga ningún inconveniente se dispuso un operativo de seguridad a mi paso por territorio Saudí. La cuestión es que viajo escoltado por un patrullero que cuando paro, para, si sigo sigue y si alguien se acerca lo fletan», contó Miguel en sus crónicas.
En esos breves relatos se cuenta cómo es la situación económica, social y política de los países, sus impresiones de la población y anécdotas con humoradas: «A los que me preguntan cómo es viajar solo por Arabia Saudita les tengo que contestar que es imposible. Cada pocos kilómetros me paran para ofrecerme comida, te, café, frutas, dátiles, etc. Me han dado tantas botellas de agua que tengo más en mi bicicleta que las que hay en el santuario de la difunta Correa», narró con una sonrisa.
«Cada parada son cientos de fotos y vídeos. El mundo Árabe es muy atento y generoso pero los Saudíes son campeones», precisó.
Miguel sabe que «ahora sí, esta es la última etapa de casi 2000 km por el desierto rumbo a Qatar». El mundial está a la vuelta de la esquina y por más que se tope con tormentas de arena o con camellos que le hacen una caravana, la marcha sigue. La meta es una llegar a Doha para el domingo 20 y disfrutar de la Scalonetta. (Reporte 2820)