La Universidad Nacional de Rafaela desarrolló una barrera sanitaria para internación y un
modelo de protector facial, creado a partir de la modificación de un casco de seguridad, para la
utilización del personal médico.
Ya se entregaron 30 protectores faciales y las barreras sanitarias se encuentran en proceso
de realización, prototipado y validación. El profesor Javier Nocete de la Universidad Nacional
de Rafaela comentó a la Agencia CTyS-UNLaM: “Pensamos en qué posibilidades teníamos
desde el diseño industrial para dar soluciones a la comunidad; por eso, decidimos abocarnos a
los elementos de protección o barreras sanitarias que les sirven como accesorio de protección
a los trabajadores de la salud”.
“Estamos en constante diálogo con anestesistas, médicos o enfermeros que ellos son los que
saben y en base a eso modificamos los productos para su comodidad y utilización”, agregó el
diseñador industrial.
Por otra parte, además de entregar protectores faciales, el equipo del laboratorio de Diseño
Industrial UNRafTec se encuentra trabajando en un módulo de anticontaminación por
aerosolización denominada “aerosol box”.
Nocete explicó que “este dispositivo es un módulo que se coloca arriba de la camilla y evita
que tanto los anestesistas cuando hacen intubación, como los terapistas cuando están
chequeando la evolución del infectado, tengan alguna contaminación directa”.
Este módulo de material translúcido tiene la particularidad que fue diseñada para que se
pueda desarmar, lo que permite una higienización más simple del producto y, además, tiene la
ventaja de que puede ser transportada de manera más práctica ya que viaja de forma plana.
Cuenta con un manual de instrucciones que los expertos agregaron.
Grupos de riesgo y cuarentena obligatoria: El profesor Nocete puntualizó que también hay
que tener en cuenta a las personas en grupo de riesgo. “También, hay que pensar en las
personas que se quedan en sus casas y no sólo en el ámbito sanitario. Para ellos estamos
pensando en soluciones, el fin es mejorar la calidad de vida de la población”.
Proceso de elaboración
Según explicó Javier Nocete, el proceso comienza con la fase de diseño: “Establecemos
contacto directo con los profesionales de la salud, aquellos que usan los dispositivos y saben lo
que necesitan, para la recolección de datos. Luego viene la fase de prototipado y modelado
digital. Y por último hacemos la validación en campo y verificación para saber si es correcto el
diseño o hay que profundizar”.
En este contexto, desde la UNRaf se priorizaron las líneas de investigación sobre la temática
Coronavirus COVID-19 para sumar la posibilidad de realizar otros productos, como módulos
para tiendas de campaña, productos que serán necesarios en caso de un aumento del pico de
contagio.
“La comunidad docente y de gestión de UNRaf está trabajando en conjunto; por ejemplo, hay
una docente que tiene un emprendimiento de corte láser que utilizamos; otros docentes se
ocupan de la parte comunicativa como los manuales de instrucción y de las fichas técnicas de
los productos”.
Se espera en las próximas semanas la universidad disponga de los archivos del diseño original
del protector facial “Modelo UNRaf TEC”, en código abierto para que quien desee pueda
fabricarlo siguiendo los estándares de calidad logrados.