El actual presidente de los Estados Unidos volvió a mostrar fuertes rasgos de racismo y misoginia al referirse a la candidata a vicepresidenta demócrata.
Ya de lleno en campaña tras el último debate con el candidato demócrata Joe Biden, Donald Trump visitó este viernes el estado de Florida, donde suplicó a las mujeres que lo «amen».
«Por favor ámame, mujer de los suburbios, quiero que me ames», dijo el presidente a la multitud que participó del acto convocado por los republicanos para impulsar la candidatura del actual presidente.
Una súplica vinculada a que, según los sondeos, Trump se encuentra muy por debajo de Biden entre los votantes de la tercera edad, las minorías raciales y justamente entre las mujeres estadounidenses.
Sin embargo, volvió a mostrar públicamente ciertos rasgos de racismo y misoginia, gesticulando y afirmando que «no voy a tolerar» que Estados Unidos tenga «una presidenta socialista», en alusión a Kamala Harris.
«No vamos a ser una nación socialista; no vamos a tener un presidente socialista, especialmente una presidenta socialista… No lo voy a tolerar», dijo ante sus seguidores.
Harris –afroamericana de origen surasiático– es la candidata vicepresidenta por los demócratas y como senadora viene abogando por la reforma del sistema de salud, la legalización del cannabis, facilitar la ciudadanía a los inmigrantes indocumentados, la prohibición de las armas de asalto y una reforma fiscal progresiva.
A todo ello llama Trump ser «socialista», sin contar con que la compañera de Biden fue una de las principales críticas de la gestión republicana y quien cuestionó con mayor dureza a los funcionarios del actual presidente cuando concurrieron al Senado.
Y de paso, para no ser menos intolerante, también criticó a Barack Obama, volviendo a hacer hincapié en el segundo nombre del expresidente: «Barack Hussein Obama», se encargó de subrayar.