El hilo de agua en que se han convertido las cataratas del Iguazú es el símbolo de estos tiempos. La vida al aire libre también nos dice que todo debe ocurrir puertas adentro.Regularmente, miro mapas. Proyecto, así, viajes, itinerarios, lugares. A veces, me ocurre que hago viajes bien trabajosos, de esos que incluyen lugares remotos, de metas inciertas. Uno adora los últimos lugares del mapa de los cuatro puntos cardinales.
Pero a veces, vuelvo a los sitios amigables, queridos.. a los primeros a los que viajé. Pienso: Mar del Plata, o cualquier lugar de la costa Atlántica. Ushuaia, Salta, la quebrada de Humahuaca, Cuyo, la Patagonia con Bariloche a la cabeza…. Los lugares turísticos: los primeros a los que van los viajeros sea por vacaciones, viaje de egresados, luna de miel o simplemente, los lugares donde fueron mis amigos y yo todavía no conozco.
En eso me detengo a pensar, viendo el hilito de agua que cae desde las cataratas del Iguazú, una imagen que me enganchó en las redes y me inspiró para reflexionar sobre las desventuras del turismo en tiempos de pandemia