Se realizó, en la mañana de este sábado 25 de marzo, el acto oficial organizado por la municipalidad de Villaguay en el Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia frente a la Plazoleta de la Memoria.
Participaron de la conmemoración la Presidente Municipal María Claudia Monjo, Dip. Prov. Juan Cosso, Sec. de Gobierno Débora Canton Debat, el Sec. de Hacienda Elisandro Van Cauwenberghe, Concejales, Directores de áreas municipales, la Sec. Gral. de AGMER María José Iglesias, autoridades de instituciones intermedias, ONG’s, fundaciones y vecinos de la ciudad.
El conductor del acto, Gustavo Baranoff, brindó una reseña histórica y convocó a un minuto de silencio en memoria de las personas desaparecidas y sus familias.
Al hacer uso de la palabra, la Magister Valentina Vinzón, responsable de la Dirección de Derechos Humanos, Género y Diversidad de Villaguay, señaló: “Nos encontramos en otro 24 de marzo reunidas y reunidos ante una nueva conmemoración del Día Nacional de la MEMORIA por la VERDAD y la JUSTICIA; a 47 años del golpe cívico militar eclesiástico y 40 años del retorno de la democracia en la Argentina”.
“En esta fecha recordamos el comienzo de la dictadura cívico-militar más siniestra que gobernó nuestro país entre los años 1.976 y 1983, mediante el golpe de estado que derrocó el gobierno legítimo y constitucional, e instalándose en su lugar una junta militar encabezada por los comandantes de las tres Fuerzas Armadas, con las influencias ideológicas del anticomunismo, antiperonismo, liberalismo económico, conservadurismo libertario y nacionalismo católico. Así, esa Junta Militar desarrolló un plan sistemático de genocidio desde el Estado, al mismo tiempo que en coordinación con las demás dictaduras militares instaladas en los países Latinoamericanos fue parte del llamado Plan Cóndor, que desplegó sus alas sobre el Sur de nuestro continente a través de la persecución, detención, tortura, desaparición y asesinato de personas de Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina. Significó un plan continental de represión hacia los sectores populares y de destrucción de los aparatos económicos de los diferentes países”, enfatizó.
La connivencia
La Directora de DDHH continuó mencionando que “en Argentina la dictadura cívico-militar contó con el apoyo de los principales medios de comunicación privados, e influyentes grupos del poder civil; la protección inicial del gobierno de los Estados Unidos y el silencio y “complicidad” de la comunidad internacional. Por otro lado, la política económica de la dictadura quedó a cargo de los sectores civiles que promovieron el golpe de estado, es decir a cargo de grupos económicos pertenecientes al capital financiero y la oligarquía nacional, en que bajo el liderazgo del empresario y estanciero José Alfredo Martínez de Hoz, se puso en práctica un conjunto de reformas económicas, siguiendo doctrinas neoliberales con las que tendieron a desmontar el aparato productivo, desindustrializar, concentrar la economía argentina y a fomentar el sector financiero y el campo. Así, la dictadura se caracterizó por aumentar la pobreza, que alcanzó a un tercio de la población (superado el 10% que existía en décadas anteriores).
Asimismo. remarcó que “durante el régimen militar no solo se trató de disciplinar con el objetivo de conseguir la obediencia para la imposición del plan de entrega y destrucción económica, sino que se pretendió eliminar todo tipo de oposición; a través de los peores mecanismos que puedan existir. Así fue como la dictadura utilizó el aparato del Estado para actuar sobre dos ejes: los sujetos considerados “políticamente peligrosos”, y en el plano cultural/educativo para lograr el “disciplinamiento de todo el cuerpo social”, llevándose a cabo también un plan de desaparición sobre los universos simbólicos que consideraba negativos, con el consecuente efecto de represión hacia la educación y la cultura que quedaron estrictamente controladas, no siendo un dato menor, que muchos artistas, escritores y docentes engrosan las listas de desaparecidos durante la dictadura”.
Malvinas y CONADEP
En una perfecta descripción de los graves acontecimientos y el impacto en la sociedad agregó que “años después, en 1982 el gobierno militar emprendió la Guerra de Malvinas contra el Reino Unido, planificado por el Régimen Militar para intentar “auto legitimarse”, pero la derrota en Malvinas y la fuerte resistencia de los sectores populares terminó por obligar al gobierno militar a llamar a elecciones para el 30 de octubre de 1983, en las que triunfó el candidato de la Unión Cívica Radical, Raúl Alfonsín”.
“El informe de la CONADEP -de 1984-, y el Juicio a las Juntas, -de 1985- constituyen hitos en el alcance de la verdad histórica y la construcción de la memoria. El Juicio a las Juntas comprobó que el terrorismo de Estado había sido una política sistemática: que en Argentina habían funcionado campos de concentración, centros clandestinos de detención, que miles de argentinos y argentinas habían sido secuestrados, torturados, asesinados, encarcelados u obligados a exiliarse”.
“Podemos decir que la dictadura militar deja su huella en la memoria colectiva como una ruptura con el sistema democrático de gobierno y de representación del pueblo. Dejó un país devastado en el plano social, político, económico y cultural, con consecuencias que todavía es necesario atender por su alcance, por ello es fundamental su interpelación de cara al futuro”.
Valentina Vinzón al concluir destacó en sus palabras que “el 10 de diciembre de este año la democracia argentina cumple 40 años. En estas últimas décadas, la protección de los derechos humanos fue clave en los acuerdos políticos y sociales. Sin embargo, existen posiciones que hoy alientan una democracia afectando los derechos humanos y que encuentran más eco y respaldo. Vivimos una época de embates a las memorias y avances de las derechas a nivel global. Por eso, estos 40 años de democracia nos convocan a valorar lo que construimos: la condena al terrorismo de Estado desde una sociedad organizada y en movimiento, que lucha por la igualdad y la ampliación de derechos. Nos llama, así, a potenciar la imaginación política para pensar colectivamente cómo fortalecer una democracia en la que los derechos humanos sean una realidad para todas, todos y todes. Fundamentalmente a mantener encendida la memoria y que las nuevas generaciones retomen la antorcha de esta lucha”.
La Sec. Gral. de AGMER Villaguay, María José Iglesias, señaló que «desde el año 2006 se conmemora el día nacional de la memoria por la verdad y la justicia en recuerdo a las víctimas políticas producidas por el autoproclamado proceso de reorganización nacional. Este episodio marca en nuestra historia una expresa violación a los derechos humanos».
«Hace 47 años, Videla, Massera y Agosti tomaron la terrible decisión de llevar adelante un plan macabro secuestraron, torturaron y desaparecieron decenas de miles».
«La dictadura en su régimen asumió como consigna prohibido pensar y así la educación pública fue herida de muerte porque, entre otras cosas se cerraron escuelas y censuraron todo tipo de manifestaciones culturales consideradas perturbadoras».
«No debemos olvidar, debemos recordar, porque mientras haya memoria habrá pueblos vivos, fuertes y comprometidos. Debemos buscar la verdad pues es el fin último deseable de todo país, también debemos pedir justicia pues es una de las cuatro virtudes cardinales en que se le da a cada uno lo que le corresponde».
«No debemos olvidar, debemos recordar porque necesitamos hablar del pasado para cambiar el futuro. Debemos construir memoria colectiva por nosotros y por los 30 mil detenidos desaparecidos quienes aún hoy están presentes, ahora y siempre», concluyó.
Finalmente, las autoridades presentes y público acompañaron a la colocación de la ofrenda floral en el monolito en la plazoleta de la Memoria que estuvo a cargo de la Intendente Claudia Monjo y el Diputado Juan Cosso.